El perfil biofísico fetal

Prueba que se realiza en el tercer trimestre cuando el embarazo es de riesgo

El perfil biofísico fetal
Fotocortesía de babymed.com

El perfil biofísico fetal es una prueba ecográfica que se realiza en algún momento del tercer trimestre cuando el embarazo es de riesgo o cuando el test de reactividad fetal arroja resultados no reactivos, para asegurarse que el bebé está bien y recibe suficiente oxígeno dentro del útero. Identificando así los casos de fetos con hipoxia y acidosis y seguir el procedimiento perinatal acorde para evitar la muerte intrauterina y la morbilidad perinatal.

El perfil biofísico fetal fue introducido a la práctica obstétrica en 1980 y combina una prueba sin estrés que mide la frecuencia cardíaca del feto en respuesta a los movimientos, con una ecografía, una combinación de marcadores agudos y crónicos. Los movimiento fetales, los movimientos respiratorios, la reactividad cardíaca fetal y el tono fetal se describe como marcadores agudos y el volumen del líquido amniótico juntamente con las características de la placenta como crónicos.

Entre las complicaciones que podrían justificar la realización de un perfil biofísico fetal están:

  • Hipertensión gestacional
  • Poca o menor actividad fetal
  • Retraso del parto: Se pasó la fecha prevista para el parto y el doctor quiere ver cómo está el bebé dentro del útero
  • Diabetes gestacional
  • Polihidramnios (exceso de líquido amniótico) o oligohidramnios (insuficiencia de líquido amniótico)
  • Mortinato: Pérdida de un bebé en la segunda mitad en un embarazo anterior

¿Cómo es la prueba?

El médico podría sugerir a la embarazada que como algo para favorecer el movimiento del bebé dentro del útero.

El perfil biofísico fetal cuenta de 5 partes:

  1. La prueba sin estrés
  2. Movimientos fetales
  3. Movimientos respiratorios fetales
  4. Volumen del líquido amniótico
  5. Tono fetal

Cada una de las cinco áreas del perfil biofísico fetal tiene un puntaje de 0 (anormal) a 2 (normal) que sumadas pueden ir de 0 a 10:

  • 8 a 10: Se considera normal
  • 6: Se considera dudoso
  • 4 o menos: Se considera anormal

En los casos de puntaje dudoso, anormal o en que el volumen de líquido amniótico sea bajo, puede ser necesaria una prueba adicional como por ejemplo un ultrasonido Doppler y en raras ocasiones una prueba de estrés por contracciones. Según el resultado, puede ser necesario realizar una cesárea o inducir el parto según el caso.